Esta mañana no me desperté con Luca subido encima mía ni con los pequeños chillando. Todo estaba raramente silencioso. Mire hacia Luca pero estaba dormido. También mire a los demás pero también estaban dormidos. Saque mi reloj y vi que eran las seis de la mañana, todavía faltaba mucho para la hora de levantarse. No podía dormir, así que me puse las botas y me abroche la chaqueta. Para ser verano hacia un frió que te pelas. Pasee durante un rato hasta llegar al lugar donde había estado hablando con Luca el día anterior. Vi a alguien sentado un una de las rocas cercanas a la orilla. Me acerque un poco mas a comprobar quien era y se me paro el corazón. Sabia que no podía hablar con el así que me di la vuelta para irme.
- No me importa tener compañía
- No si yo ya me iba. No...
- Pero si acabas de llegar. Ven, siéntate a mi lado
Ahora si que no sentía el corazón. Sentía que iba a explotar
- Vale
-¿Que haces levantada tan temprano?
- No podía dormir tenia...
- Mucho en que pensar no? Lo mismo que yo. Podemos pensar juntos, si tu quieres.
- Si claro, yo.... Este es el mejor sitio para pensar.
Nos quedamos sentados mirando al lago cada uno pensando en sus cosas, pero de repente el comenzó a hablarme.
- ¿En que piensas Sandra?
- En muchas cosas. En el día de ayer, en el beso, en.. - Me calle. Estuve a punto de decirle que estaba pensando en el. - y en el campamento. ¿Y tu?
- Pienso en mi madre, en el campamento y en ti.
Sinceramente me quede sin habla. El estaba pensando en mi. Era increíblemente feliz en ese momento.
- ¿Y que piensas de mi?
- El otro día me contaste que no habías besado a nadie y ayer te beso Luca. Estaba pensando en....
¿Como fue tu beso con Luca?
- No lo se no me había parado a pensarlo. Fue raro e inesperado
- Bueno, no me extraña - Me dijo mientras una sonrisilla se dibujaba en su rostro
- No te rías de mi.... A mi no me hace gracia.
- Bueno vale
Entonces se apoyo en mi hombro y empezó a acariciarme el pelo suavemente. Estaba tan rígida que parecía que me iba a convertir en piedra en cualquier momento.
Entonces escuche a los monitores levantar a los mas pequeños y decidí mirar el reloj. Ya eran las ocho y media. Las dos ultimas horas se me habían pasado volando. Christian se levanto primero y me ayudo a levantarme. En cuanto llegamos a la parcela nos separamos. El se fue con sus amigos y yo me fui con Luca.
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